Mercedes Benz Edición 68

faltaba para altos ejecutivos en cualquier faena de trabajo. Tras algunas horas de grato manejo, probamos la suspensión en una nueva carpeta: los caminos interiores de Viña Vik. La ab- sorción de imperfecciones es total e incluso recuerda a sofisti- cadas soluciones para vehículos de lujo. La experiencia de usuario se ve aumentada por una pantalla donde se puede acceder a casi todas las funcionalidades de co- municación, entretenimiento y confort disponibles en el siem- pre abundante paquete de equipamiento de Mercedes-Benz. La Clase X no sólo agrega nuevas virtudes al formato pick-up; sino que también hace que la experiencia parezca natural, orgánica. Al final del camino aparece el techo de titanio de la exclusiva viña, que brilla esperando a los conductores de la nueva Clase X. Pronto será el retorno a Santiago, ya que al día siguiente la agenda marca un recorrido off road, donde se desplegarán las virtudes de la camioneta en un circuito en la precordillera. Ha- cienda Santa Martina es la locación escogida. AMANECER OFF ROAD El frío de la cordillera se amortigua con el primer café y la im- pecable organización. Es temprano y los test ya comenzaron. ¿El primero? La prueba de una versión considerada aun un pro- totipo de la Clase X que, cuando comience su comercialización, oficiará de tope de gama. Tiene un poderoso motor de 6 cilin- dros en V, turbodiésel, de elevado par, que se acopla a una trac- ción integral permanente 4MATIC y la transmisión automática de siete marchas 7G-TRONIC PLUS. Pero junto con el off road también hay un poco de velocidad. Pilotos de pruebas de Daimler Alemania son los encargados de traducir esta potente mecánica en un amplio abanico de sensa- ciones. Los sinuosos caminos de asfalto de la Hacienda Santa Martina conforman el terreno de exploración de los 258 CV de poder y los más de 500 Nm de torsión, que se transmiten con total propiedad al suelo, para lograr velocidades imposibles de alcanzar en estos caminos para otras pick up. A más de 120 Km/h, la fuerza G nos mueve entre las curvas y pendientes, sin que la camioneta pierda en lomás mínimo tracción, estabilidad o precisión. El asombro es la respuesta a tal despliegue de mús- culo mecánico y habilidad en la conducción. Más allá nos espera la flota de la Clase X, que mostrará sus cualidades todoterreno. Las escarpadas laderas de los cerros que rodean la exclusiva hacienda, son el contexto donde pon- El motor diésel de 2.3 litros biturbo de la Clase X 250d está conectado a un sistema 4MATIC, con caja de reducción low-range, acoplable al eje delantero y bloqueo diferencial en el eje trasero.

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