Mercedes Benz Ed_67

9 Que melancolía más gratificante surge cuando nos toca hablar de autos clásicos. Elegante, simple, honorable y distingui- do son algunas de las notas palpables que resuenan al dialogar sobre este concepto. Nunca antes en la historia se había conser- vado tanto. Las cosas handejadode ser viejas para convertirse en antiguas y clásicas. Con los autos ocurre lo mismo. Existe un aprecio divino por las curvas toscas, los cromados grandes y el tacto de materiales sólidos. Y es que los autos clásicos fueron dise- ñados por personas usando lápiz y papel, creando hermosas y poéticas figuras enlaza- das por líneas gruesas y fluidas. El manejo de un auto clásico es una experiencia única al volante. La palanca de cambios, el acele- rador, la suspensión... La relación máquina- hombre está presente en un contexto béli- co/lúdico sin igual. Creo que referirse a los autos clásicos es hacerlo sobre historia y linaje. Es hablar, por ejemplo, de elementos puros y de largas ho- ras de fabricación; de artesanos, de creado- res y emprendedores que hicieron su apues- ta por estos carruajes de fierro destinados a cumplir la tarea inicial de desplazarnos. Hablar de autos clásicos es comentar sobre grandes personas y grandes marcas, como ocurre con Mercedes-Benz. Desde su génesis, la historia automotriz ha tenido distintas etapas: Invención, Vete- rana, etapa del Latón o Eduardina, etapa de Época, Preguerra y etapa Moderna. La marca Mercedes-Benz no solo ha vivido en cada una de ellas, sino que ha participado como un personaje principal. Ya en el año 1886, Karl Benz patentaba el primer auto fabrica- do con motor de combustión interna. En la marca de la estrella de tres puntas podemos encontrar varios clásicos, que sentaron las bases del gran desarrollo de la empresa y que hoy tienen una apreciación popular y económica que deja fascinado a cualquiera. En la lista de los 10 autos más valorados del mundo, Mercedes-Benz des- taca con dos modelos. Uno es el Mercedes- Benz W 196 de 1954, alguna vez conducido por el pentacampeón Juan Manuel Fangio. El segundo corresponde al Mercedes-Benz 540K Special Roadster de 1937, reconocido como el auto más significativo de la Segun- da Guerra Mundial. Ambos vehículos supe- ran el valor de US$ 40 millones por unidad. A su vez, en diversos museos alrededor del mundo, uno o varios Mercedes-Benz descansan majestuosos para que un niño o un adulto soñador vibre con su presencia. En Chile, por ejemplo, en el museo Jedimar existe más de una pieza única. El mismo modelo que Karl Benz patentó en 1886 se puede apreciar al entrar al recinto. “Es el portero del Museo”, dicen al ingresar y pasar por la boletería. Ya más adentro también se puede encontrar el clásico 300 SLAlas de Ga- viota de 1955, un 220 S de 1962 y un Stuttgart de 1928, entre otros. Son solo algunos de muchos autos em- blemáticos que han tallado la historia au- tomovilística. Por eso, cuando viajamos al pasado, la estrella plateada marca pauta y asoma casi como un sinónimo de lo que es un auto de colección. Larga vida e historia a los clásicos y a Mercedes-Benz. CON EL SELLO DE LOS CLÁSICOS POR :: FELIPE LIRA 34 años, ingeniero comercial y Magíster en Marketing de la UAI. Es un apasionado por el mundo y el mercado automotriz desde los nueve meses de edad. Cofundador de AMOTOR.cl , el segundo portal de autos más grande de Chile, corredor amateur en campeonatos nacionales y fundador del Club GT, que saca a pasear autos deportivos por todo Chile. ILUSTRACIÓN :: MATHIAS SEINFIELD Hablar de autos clásicos es hacerlo también de Mercedes-Benz. Desde el primer vehículo a combustión interna patentado por Karl Benz hasta nuestros días, varios de sus modelos se han transformado en hitos imperecederos. COLUMNA

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