Kaufmann Ed_67

30 I ba a todo lo que su corazón, sus piernas y el alma le permitían. Co- menzó medio rezagado, entre el numeroso grupo de muchachitos curicanos que se habían anotado para una carrera a campo traviesa, como parte de una festividad social en la Re- gión del Maule. El premio era solo para el vencedor y constaba de $500, un pe- queño platal para fines de la década del cincuenta. “Corrí con todo y más, pero uno de los niños que me antecedía iba acer- cándose a la meta, ya estaba cerca y no había forma de alcanzarlo. Hasta que el destino y Dios dijeron otra cosa: mi amigo se tropezó, cayó y yo di lo último que le quedaban a mis piernas. Corrí hasta que levanté los brazos, porque había ganado. Era un momento tan feliz, lo necesitábamos tanto en mi fa- milia”, recuerda el transportista Tulio Díaz, de 66 años. Moreno y de ojos muy claros, cobró su premio y con casi la mitad de lo ganado compró un saco de pan y se fue para su casa. La alegría y sorpresa de sus nueve hermanos menores y de sus padres fue mayúscula. “No me querían dar permiso para correr esa carrera, pero convencí a mi mamá. Ella no sabía que había dine- ro como premio, pero yo sí. Eran días en los que en la casa no había nada, ni una cebolla, y mis padres trataban de hacer lo posible. Eso es terrible y no se olvida nunca, como tampoco la cara de felici- dad cuando volví con la plata y el pan. Mi mamá lo repartió y en ese momento vivimos un momento hermoso, tan hu- milde pero tan feliz, que de algún modo te marca para la vida”, continúa Díaz. Los anteojos para el sol que lo acom- pañan habitualmente en cada ruta por Chile y caminos de Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil ocultan, sin éxito, la emoción de su historia de infancia. El relato íntimo se desmadeja mientras conduce y nos lleva en su joya perso- nalizada: uno de los cuatro Mercedes- Benz New Actros 2645 LSDN Euro V de 2017, que adquirió el año pasado. Los fue a ver a Alemania, los encargó y, en coordinación con Kaufmann, realizó las modificaciones necesarias para ade- cuarlos a sus gustos y necesidades. “Fue una gran emoción ir a Alema- nia y conocer los procesos a partir de los cuales finalmente se produce el New Actros. Es una maravilla de la in- geniería. Sorprende el desarrollo de los mecanismos de seguridad, que actúan cuando el humano no lo hace”, comenta. Díaz es uno de los empresarios del transporte más queridos, reconocidos y consolidados del medio nacional. Es cuestión de verlo entrar al local de Kaufmann en Curicó y detectar el afecto de cada persona que se le cru- za. Para todos tiene una conversación, un apretón de manos o un gesto cáli- do. “En Kaufmann soy como un hijo y me hacen sentir acompañado, aunque ande lejos. La comunicación es clave con cada una de las personas que tra- bajan y nos atienden”, dice. Su compañía, Transportes Tulio Díaz Internacional Limitada, tiene una dota- ción de 18 vehículos, compuesta por ca- miones Mercedes-Benz y Freightliner, en la cual el New Actros pasó a ocupar un lugar importante. Un distintivo co- lor rojo y la estrella de Mercedes-Benz aparecen como los rasgos más emble- máticos de la flota. Los anteojos para el sol lo acompañan habitualmente en cada ruta que realiza por Chile, Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil. ~ ~ ~ ~

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